No apta para cuerpos entumecidos, esta posición puede parecer incómoda, pero si la flexibilidad lo permite puede resultar muy excitante.
El se acuesta relajado y erecto.
Ella se coloca de espaldas a él, se hace penetrar, flexiona sus rodillas y se inclina hacia atrás, lentamente para que el pene no se salga de la vagina.
Para activar el movimiento necesario para el coito, ella debe levantar su vientre y relajarlo sobre el de su compañero.
El tiene fácil acceso al clítoris y los pechos de su compañera.
Ella no puede estar más cargada de ocupaciones, con lo cual no tiene más que relajar el resto del cuerpo hasta acabar más cansada que nunca, lo que hace más excitante el orgasmo.
Según el Kama Sutra muchas de estas posiciones están tomadas del hatha yoga, por lo cual pueden resultar difíciles para los no iniciados.
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